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ATAQUE CEREBRAL

ATAQUE HEMORRÁGICO AL CEREBRO

La enfermedad vascular periférica (PVD, por su sigla en inglés) es la enfermedad de los vasos sanguíneos que están fuera del corazón y del cerebro. Con frecuencia, se trata de un estrechamiento de los vasos que aportan sangre a las piernas, los brazos, el estómago o los pulmones.

Existen dos tipos de enfermedades vasculares periféricas:

La enfermedad de las arterias periféricas (PAD, por su sigla en inglés) es un tipo de enfermedad vascular periférica orgánica. Es causada por la acumulación de grasa (aterosclerosis) en las paredes internas de las arterias. Estos depósitos obstruyen el flujo normal de la sangre.

¿Es peligrosa la enfermedad de las arterias periféricas?

Sí. En la enfermedad de las arterias periféricas, los depósitos de grasa se acumulan en el recubrimiento interno de las paredes arteriales. Estas obstrucciones restringen el flujo de la sangre, principalmente en las arterias que conducen a los riñones, el estómago, los brazos, las piernas y los pies. Si no se controla, la enfermedad de las arterias periféricas puede resultar en gangrena y amputación de las extremidades. La mayoría de los pacientes con PAD tienen mayor riesgo de muerte a causa de un ataque cerebral o al corazón.

¿Cuáles son los síntomas?

En sus etapas iniciales, los síntomas comunes de mala circulación en las piernas son los calambres, la fatiga, la pesadez y el dolor o los malestares en las piernas y glúteos durante la actividad física. Por lo general, desaparece cuando se detiene la actividad. A esto se le llama "claudicación intermitente".

Los síntomas de mala circulación renal incluyen presión arterial alta repentina o presión arterial difícil o imposible de controlar con medicamentos. La obstrucción aguda de las arterias del riñón pueden resultar en la pérdida o insuficiencia de la función renal.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad de las arterias periféricas?

El diagnóstico de la enfermedad de las arterias periféricas comienza con una historia clínica y un examen físico. En el examen, su médico puede realizar una prueba sencilla llamada ITB (índice tobillo-brazo). Después de esta prueba, se pueden hacer otros estudios. Entre éstos se encuentran:



¿Cómo se trata?

Las mayoría de las personas con enfermedad de las arterias periféricas pueden ser tratadas con cambios en el estilo de vida, medicamentos o ambos. Entre los cambios en el estilo de vida para reducir el riesgo se encuentran:



La enfermedad de las arterias periféricas también podría exigir tratamiento farmacológico, incluyendo:



Las modificaciones en el estilo de vida (que incluyen un programa de ejercicios) por lo general mejoran los síntomas o evitan que éstos empeoren. En una minoría de pacientes, las modificaciones sólo del estilo de vida no son suficientes. En estos casos, podría necesitarse una angioplastia o una cirugía de derivación.

La angioplastia es un procedimiento no quirúrgico que ensancha las arterias estrechas u obstruidas. Se introduce un tubo delgado (catéter) con un balón desinflado en la punta por el segmento estrecho de la arteria. Luego, se infla el balón. Esto abre el segmento estrecho. Luego, el balón se desinfla y se retira el catéter.

Generalmente, se coloca una endoprótesis vascular (un tubo de malla de alambre) con un catéter en la arteria estrecha. Allí, la endoprótesis se expande y queda en posición abierta. Permanece en ese lugar y mantiene la arteria enferma abierta.

Si se estrecha una parte larga de una arteria, puede ser necesario hacer una cirugía de derivación. Se une una vena de otra parte del cuerpo o un vaso sanguíneo sintético por encima y por debajo del área obstruida para desviar la sangre.
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