POR QUÉ COMER MEJOR
Una dieta saludable es una de las mejores herramientas para combatir la enfermedad cardiovascular. Si usted tiene una dieta saludable para el corazón (alimentos con bajo contenido de grasas saturadas y trans, colesterol, sodio y azúcares agregados, y alimentos ricos en fibra integral, proteínas magras y una variedad de frutas y verduras) mejoran sus posibilidades de sentirse bien y mantenerse saludable, ¡de por vida! No obstante, una preocupante cantidad de nosotros no elegimos nuestros alimentos de manera saludable. Según estudios recientes, más de un 90% de nosotros no logra mantener una dieta saludable para el corazón en forma constante. Nuestros malos hábitos de alimentación implican que más de nosotros tenemos factores de riesgo de enfermedades del corazón, ataque cerebral, diabetes y obesidad.
¿CÓMO SE VE AFECTADA MI SALUD SI ME ALIMENTO MEJOR?
Enfrentémoslo, uno no puede construir un cuerpo saludable a base de hamburguesas y patatas fritas. Si usted omite con frecuencia consumir verdura, fruta, lácteos bajos en grasa, granos integrales ricos en fibra y carnes magras, incluyendo pescados, su cuerpo se queda sin los ladrillos básicos para construir una vida saludable. Los alimentos saludables son el combustible que nuestros cuerpos usan para fabricar nuevas células y crear la energía que necesitamos para ser fuertes y combatir enfermedades.
¿QUÉ PUEDO HACER PARA COMER MEJOR?
Abastezca su cocina de alimentos saludables
Comer sano exige planificación, pero pensar un poco es un gran paso hacia una vida mejor. Compre menos chatarra y más productos. La American Heart Association le recomienda consumir a diario una amplia variedad de alimentos nutritivos de cada uno de los principales grupos de alimentos. Para acceder a los nutrientes que necesita, elija comidas como vegetales, frutas, panes integrales y cereales ricos en fibra, y productos lácteos sin grasa o bajos en grasa con más frecuencia.
¡Lleve un registro de lo que come!
Por unos días, lleve un diario o use una herramienta en línea para el seguimiento de sus comidas. Este hábito le ayuda a ver qué opciones necesita mejorar.
Coma verduras y frutas.
Son ricas en vitaminas, minerales y fibra, y bajas en calorías. Comer una variedad de frutas y verduras de intensos colores puede ayudarle a controlar su peso y presión arterial.
Coma alimentos de harinas integrales no refinadas, ricos en fibra.
Una dieta rica en fibra puede ayudar a bajar de peso porque la fibra da una sensación de saciedad más prolongada, entonces uno come menos. También puede ayudar a bajar el colesterol en sangre.
Consuma pescado al menos dos veces por semana.
Según investigaciones recientes, consumir 2 porciones de 3.5 onzas por semana de pescado azul con ácidos grasos omega-3 (como salmón, trucha y arenque) puede contribuir a reducir el riesgo de muerte a causa de enfermedad de arteria coronaria. Para obtener proteínas adicionales, elija carnes magras y carnes de ave sin piel y prepárelas sin agregar grasas saturadas o trans. Elija productos lácteos bajos en grasa con un 1 por ciento de grasa o sin grasa.
Reduzca la cantidad de grasas saturadas o trans, colesterol y azúcares agregados. Reduzca el consumo de alimentos que contengan aceites vegetales parcialmente hidrogenados, lo que reducirá las grasas trans en su dieta. Trate de comer menos de 300 miligramos de colesterol al día. Elija y prepare comidas con poco o nada de sal. Trate de consumir menos de 1500 miligramos de sodio al día. Limitar las bebidas con azúcar a no más de 36 onzas por semana es una excelente forma de reducir el agregado de azúcar en su dieta.
¡Disfrute nuevos sabores!
Es posible que aprender a disfrutar una dieta saludable para el corazón requiera algo de adaptación, pero quienes realicen el cambio encontrarán muchas alternativas nutritivas que son igual de sabrosas. Muchas de las personas que optaron por el cambio le dirán que las comidas rápidas grasosas ya no les resultan atractivas.